que guardaba con esmero dentro de esa casa,
que hacía tiempo heredó de una Yaya menos común,cualquier cosa.
Era de un color plateado, que la hacía algo ostentosa y sencilla a la vez,
una combinación que se suele dar pocas veces.
Y el Hada que solía meditar con la silla a su lado,
donde un día ya muy lejano alguien adelantada a su tiempo,
decidió comprar una silla plateada.
Era una ciudad en la que la espiritualidad se podía tocar,
donde el Amor era dueño y señor del lugar,
donde esas manos que por primera vez la tocó,
se dejaban sentir con tal fuerza,que aceleraba el corazón.
Y en la buhardilla de esa casa que para el Hada de éste cuento es especial,
viven tantos recuerdos que cuando quiere escapar,
se encierra en ese precioso rincón,
donde el tiempo se suele parar,dejando ver al Hada,
entre niebla y Luz el sentimiento de quien un día,
decidió comprar una silla con el mismo color,
de la Luz de las Estrellas.
FANTASIA
QUE BONITA AMIGA...LINDISIMA!!
ResponderEliminarVer una estrella brillar,
ResponderEliminarlos recuerdos que dan luz
una sillita plateda
que tantos secretos guardaba
para un hada. . . "de lo más común"
Que booniitooo!!!
Un besazo