domingo, 11 de marzo de 2012

EL VIEJO GNOMO

Por un camino donde la historia se pierde, caminaba un viejo gnomo, y no paraba de pensar por qué había cogido lo que en sus manos llevaba.
- No sé , no sé.... se decía este viejo gnomo.
-"¿ por qué habré cogido este pequeño ser?" es muy lindo y bonito pero ¿qué es?, no sé, no sé...., se decía sin cesar.

En ese preciso instante se despertó ese ser por el que tanto se preguntaba.
Cuando aquellos hermosos ojos se enfrentaron a los de él, un vuelco al corazón al viejo gnomo le dio, pues entonces recordó que aquella misma mirada un día lo enamoró. Entonces empezó a recordar que en el tiempo que quedó atrás por un hechizo de la naturaleza a él se le impidió recordar un amor tan grande y puro como ningún gnomo tuvo jamás.
Aunque él no lo sabía la historia que tanto se recordaba en su aldea era solamente suya.

En el brazo de un milenario árbol se dejó caer. La tristeza lo embargaba, sólo de pensar por qué la naturaleza le había echado un hechizo para olvidar.
Por más que pensaba no podía recordar la cara de su amada, pero sí su mirada, pues ese pequeño ser le había hecho retroceder y como si estuviese delante de él, su amada se encontrara.


Cuando a su aldea llegó , el Gran gnomo advirtió que su amigo más querido en sus brazos traía un trocito de su ser, pero él aún no lo sabía.
El viejo gnomo delante de su amigo el Gran gnomo se mostró y con mucha humildad éste le preguntó:
- "¿ por qué se me ocultó lo que en un tiempo lejano a mi me sucedió?"

Con lágrimas en sus ojos el Gran gnomo le contó, que de una hermosa humana él se enamoró, que la naturaleza no estaba de acuerdo con esta unión , y  que él por amor a la madre tierra desafió.

-Ya que sabes más de mi que yo, dime ¿ qué este ser que por arte de magia a mi se apegó de manera extraordinaria?
- Es tu hijo, Diagón.
Así se llamaba este viejo gnomo que tanto sufrió por amor.
-¿ Mi hijo?, extrañado preguntó.¿ Es que no ves lo viejo que soy yo?.

Lo que Diagón no sabía es que el tiempo se había parado sólo para él.
Al ver tal desesperación el Gran gnomo osó contar toda la verdad a Diagón.

La verdad el hechizo rompió y la naturaleza a éste perdón le pidió, pues ella misma no había cumplido con la ley que en la tierra regía, pues el amor fuese de la clase que fuese tenía preferencia sobre todo lo que en ella prevalece.     
Entonces la naturaleza permitió que el tiempo dejara libertad a esa mujer de mirada tan profunda de la que se había enamorado él.
En un abrazo se fundieron los dos. En ese momento Diagón la juventud recobró.

Hoy son felices los tres, en una bonita casa situada en este camino donde la historia se perdió por primera vez.


                                             FANTASIA.

1 comentario:

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