pues cuando llegué a tiempo,
de salvarte la vida,ese día me di cuenta,
que eras tan vulnerable como yo.
Tus alas casi trasparente brillaban en el agua,
te rescaté,pero cuando te tuve en mi mano,
pude ver que tenias piernas y brazos,
ojos y orejas y un hermoso cabello blanco.
Como no te veía bien,yo te arropé con mis manos,
para entrar a coger mis gafas de cerca,
dando un bote mi Alma,al ver tu diminuta cara.
Fue entonces que te cuidé,
hasta que recobraste el conocimiento,
pero mientras te daba calor con mi cuerpo,
tu me traspasaste ciertos pensamientos,
que aún y por siempre recuerdo.
Era el secreto de la vida,
de esa que tu ibas perdiendo,
que me grabaste en mi memoria,
yo te pregunté:
--Para que? si contarlo no puedo!!
Tu dijiste:
--Para ti!te parece poco?
tenias razón mi Hada,que ingenua y poco agradecida fuí,
pues no supe apreciar tan hermoso tesoro,
que tantos entendidos,
se mueren por descubrir.
En éste escrito me descubro un poquito,
pues no cuento ni la mitad,de ese secreto,
que me confiaste,por llegar a tiempo,
de salvar la vida de un Hada de verdad.
FANTASIA
Una princesita como vos jamas podria ser desagradecida,
ResponderEliminarpara mi, solo estabas distraida :)
Besotes.
No debería de morirse ningún hada nunca, Besos.
ResponderEliminar¡¡¡Que bonito este Cuento de este Hada que necesitaba de tu Cariño y Cuidado!!!
ResponderEliminarAbrazos y besos.
Hola Carolina,gracias por aclararme que seguro estaba distraída,pero en honor a la verdad mi agradecimiento es innato en mi y siempre suelo estar agradecida.
ResponderEliminarComo creo que ese sentimiento también lo tenéis vos.
Besitos.
Hola Amapola Azzul,no te preocupes que las hadas nunca mueren,como jamás muere un sueño o el Amor.
ResponderEliminarBesos
Hola Pedro Luis,miles de gracias por tus siempre bonitas palabras.
ResponderEliminarBesos y abrazos.