Cuando yo entro para hablar con mis viejitos,
me huele a niños chiquitos,porque es el Alma,
aquello que yo huelo y,
el Alma que no cumple años,
es la que me habla y me cuenta sus penas y desengaños.
Pero cuando el Alma habla,
sobre todo la de un anciano,
es oro puro y reluciente lo que ves en cada señal de vejez,que en su cara marcaron los años.
Nada tienen que esconder excepto,
el porque,de cosas que hicieron,
que no les gustaron y sin saber porque,
me cuentan como si un confesor yo fuera.
Ni se pueden imaginar el Amor que aún les queda,
quizás mucho más y menos interesado,
que cuando tenían menos años.
Si hablas con un niño y le das Amor,
te cuenta, hasta que vio,
el día de su nacimiento y,
no miente porque lo vio.
De la misma forma actúa un anciano o anciana,
cuando ve el Amor en el Alma,
que se te escapa entre los labios.
Suelo visitar residencias de ancianos y el Amor que desprenden,no deja que la mentira lo empañe.
Parece que temiendo a la muerte,
nada tengan que esconder,
no crean que les obligo a contar,
mas bien llego y me siento a su lado,
los miro y de vez en cuando les sonrío,
cuando están intrigados,preguntan:
--Que haces aquí muchacha?
yo me río cuando me dicen muchacha,
pero cuando los miro,
veo que no se han equivocado de palabra,
pues ellos no cumplen mas los 80 años.
Y a mi para eso me falta aún un rato,
y así poquito a poco,
todos quieren hablar porque el dueño del centro,
les dice que soy periodista y que la historia mas bella,un premio ganará.
A mi eso no me gusta,
porque si desean contar o no contar,
es su elección y no la mía.
Al final con el dueño me enfado y me despido hasta otro día,a ver si me deja entrar.
Porque por la verdad peleo,
sea dueño,rey,presidente o mendigo y,
no por eso soy especial es que se que a mi Dios le duele,cuando a la mentira se deja correr,como si ésta fuera verdad.
FANTASIA
ótimo post!
ResponderEliminargrande verdade...
Que bonita y real entrada
ResponderEliminarSi todos pensaramos en que un dia seremos tambien mayores......otra cosa seria nuestra conducta hacia ellos
Besitos
Hola Teresa, todos sabemos lo que es ir a una residencia, de mayores. Yo de hecho voy todas las semanas, les encanta hablar contar sus batallas, pero a las persona mayores les gusta que las escuches sin interrumpirlos. Sentirse protagonista ni que sea por un rato.
ResponderEliminarque tengas buen día. Besos.
Gracias Ricardo,es un placer.
ResponderEliminarSaludos
Hola Marian,llevas razón pero creemos que jamás nos llegará ese día,y en verdad no lo sabemos.Pero por lo menos es lo que esperamos y de ser así yo pienso que según te portes ahora,así te pagará la vida.
ResponderEliminarBesos enormes
Hola Universo,no todos saben ni conocen una residencia de ancianos.
ResponderEliminarEllos se lo pierden, porque es verdad que lo único que desean es ser escuchados y sentirse por un ratito que son personas.A mi me encanta ir a verlos y a veces sus historias son verdaderos libros de la vida.
Besos grandes
Me ha gustado mucho como has contado tu experiencia de tu visitas en la residencia,bonito relato.Un ABRAZO
ResponderEliminarHola Teresa, que tierno lo que nos cuentas,deberíamos ir más por las residencias para escuchar la sabiduría que se desprende de los ancianos.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias YoSueño,para mi es un gran favor el escuchar historias con tanta verdad ,que de ellas no podría hacer un cuento, pues poner fantasía a tanta verdad es quitar notoriedad a esa anciana o anciano que como confesor me la contó.
ResponderEliminarBesos y gracias
Hola Conchi,si nunca has ido a una yo te aconsejo que lo hagas,son verdaderos libros donde no hay mentiras ni engaño,solo unas ganas de que les escuches que por ver esas caras de felicidad,te puedes llevar escuchando horas y encima eres tu la que siempre sales ganando.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo