HAY PREGUNTAS QUE NO SE DEBEN PREGUNTAR

En la cabeza de un Duende,
rondaba una pregunta,
que cifra le pondría su madre,
al Amor que por el sentía,
y ni corto ni perezoso,
dejó caer la pregunta.

A la que el Hada le respondió,
no existen bastantes Estrellas en los Cielos,
ni granito de arena bajo los Mares y Océanos,
que pueda dar una cantidad expresada en números,
que me valga para contestar esa pregunta.

El duende le respondió,
pues yo te quiero a ti,
más que a mi propia vida,

El Hada, sabiendo que su no tan joven Duende,
jamás lo entendería con Amor y comprensión,
por última vez explicó.

Pues mi vida con tanto valor como para mi tiene,
no la puedo tasar lo bastante alta,
como para decirte "te quiero mas que a mi propia vida"
porque no existe nada en éste mundo,
ni fuera de el que yo conozca,
que lo pueda valorar contigo.

Así que déjalo estar y cuando tengas un hijo,
te darás cuenta que hay preguntas ,
que no se deben preguntar.

FANTASIA