EL HADA QUE LAS UVAS NUNCA TOMABA

Por cada campanada, que anunciaba un nuevo año,
un Hada le daba las gracias, a ese Dios muchas veces olvidado,
así se cumplía un año más,esa tradición heredada de su progenitor. 

En el Bosque, nadie sabía porque ésta Hada nunca tomaba las uvas,
la respuesta era simple,
prefería bendecir 12 veces a ese Dios,
nombrando su hermoso nombre,
prohibido desde hacía miles de años.

Y así me lo contaba el Hada que nunca miraba el reloj,
pues el tiempo no era su amigo y mucho menos,
quien lo marcaba,
ese que retrocedió, en el mismo momento en el que ésta hada nació.

Aún hoy se pregunta por que  retrocedió cinco minutos el reloj,
en el preciso momento en el que ella veía por primera vez la LUZ.

FANTASIA