miércoles, 25 de enero de 2012

Sahim el Mago

David era un niño de unos 6 u 8 años y vivía con sus padres los cuales lo adoraban. Pero David tenía un problema, no creía ni en la fantasía ni en la magia. Para él todo era puro realismo.

Un buen día llamó a su puerta un señor que parecía de otra época, o por lo menos así lo creyó el pequeño.
- ¿Qué desea señor?- Preguntó David
- Yo, nada pequeño. Eres tú quien me necesita - Respondió el Mago

Este señor era un gran mago y su nombre era Sahim. Poseía el título del mejor mago y más poderoso que existió en su tiempo; y quizás porque no usaba la magia para cualquier cosa, se le permitió seguir viviendo eternamente, pues alguien tenia que cuidar en los niños que no creen en la fantasía. La mente joven no necesita ser tan realista.

Los padres de David estaban muy preocupados porque no actuaba ni jugaba como cualquier niño de su edad.
Mientras tanto, David seguía hablando con Sahim.
- ¿Que yo le necesito, señor? Si ni siquiera le conozco

Sahim solo con ver como se expresaba David, pensó : "dentro de mis prioridades, está David". Sahim le contesta al pequeño:
- Sí me conoces porque yo te hablo en tus sueños pero tú no me escuchas.
El mago en todo momento le habla con dulzura como bien sabe a lo que David está acostumbrado. Sahim hace un nuevo intento y empieza a explicarle sobre la fantasía, la magia y sobre todos los seres que en el planeta existe. Y que si él dejaba pasar esta oportunidad, jamas conocería el poder de la fantasía.
El niño responde muy educadamente:
- Gracias señor, pero yo no necesito saber de cosas que no existen.


Sahim sabía que David no daba el perfil para mantener de adulto la inocencia necesaria para ver lo que ahora se estaba perdiendo porque era tan, tan realista que no podría mantener ni un ápice de fantasía.
El mago sabía que le iba a hacer falta mucha, mucha paciencia  pero esa era una de las mejores cualidades que poseia Sahim.  El mago vuelve a preguntar al niño:
- ¿Tu me acompañarías hoy mismo, solo un minuto?
- No señor - Contesta David un poco cansado - Usted es un extraño y ademas sus pintas no son buenas. El pequeño se da cuenta que ha podido ofender y se disculpa con Sahim.


El gran Mago lo habia intentado con mucho respeto y a partir de ese momento Sahim ya tenia el permiso del cielo para meterse de lleno en los sueños de David y llevarle a conocer todo lo que se estaba perdiendo. Sabía que el pequeño se lo merecía  como todos los niños de su edad.
David antes de cerrar su puerta le recalcó a Sahim
- Buenas tardes y por favor no vuelva más por mi casa.
La respuesta del mago fue:
- Solo volveremos a vernos cuando tú quieras.
Sahim decia la verdad, pues no se volverian a ver hasta que David se lo pidiera.
Entonces el mago puso en marcha su labor.


Cuando David dormía el mago esa misma noche, usó de nuevo su magia. Cosa que normalmente no hacía pero en esta ocasión no podia elegir, pues era sumamente urgente lo que se traía entre manos. David seguía dormiendo felizmente. Sahim sin moverse de su acogedora cueva la cual se encontraba entre el cielo y la tierra, empezó a meterse en el sueño de David. Y ahora es un buen momento para explicar el porqué eligieron a Sahim de entre todos los magos que existían en esa época.


En los tiempos en que el hombre no creía en nada, Sahim creía primero en el cielo, en la madre tierra y despues en los seres humanos. Lo cierto es que Sahim no era un mago simplemente, sino que tambien era un guerrero intermediario entre el cielo y la tierra, de ahí sus dones de un mago perfecto y único. Por esta razon el cielo le confirío poderes ilimitados que al mismo tiempo tambien se los otorgó la madre tierra. De tal forma que Sahim tenía todos los conocimientos terrestres y de todo lo que en ella tiene vida incluida magia, ilusion y fantasía.


El mago ya estaba dentro del sueño de David. Pensó en contarle cosas del cielo pero prefirió empezar por la tierra cuando de pronto se percata de que el pequeño es extraordinariamente sensible y le daba miedo creer en algo que no se pudiera demostrar. Sahim vio muchas dudas en la cabeza de David y le dio pena porque esa parte de niño grande no era en absoluto lo que al pequeño le gustaba. Ahora con más ganas que nunca Sahim empezó a trabajar como por arte de magía, nunca mejor dicho. Cogió el sueño de David y lo hizo suyo. Le fue mostrando la tierra desde el espacio, sus continentes, sus oceanos, sus mares y las montañas más altas del planeta. De esta forma David en sus sueños iba aprendiendo una geografía que no todos los niños sabían de manera que el pequeño pudiera hablar con propiedad y ademas lo pudiese demostrar. El mago fue mostrandole la tierra en su interior y por cierto, si el planeta es perfecto por fuera más bello es por dentro. Le enseñó los rios que fluyen en su interior, los volcanes, como se forman y como se desarrollan, y los seres que viven en el interior de la tierra. Sahim prefirió cortar el tema pues ya era mucha informacion para una mente tan pequeña y tan despierta a la vez.
Cuando David despertó, se encontraba un poco mareado y raro. Desayunó y como todas la mañanas se fue al colegio. En la clase de geografia, la profesora dijo: -


- Saquen el libro.
Cuando David empezó a leerlo se le hacía pequeño y se ahogaba por querer hablar y hablar. La profesora atenta a él, le resultó extraño que el niño quisiera responder el primero y solo por curiosidad le preguntó a David:
-¿Que me puedes decir de geografía?- Aun no habia terminado la pregunta cuando David la interrumpió.
- ¿De donde y de que lado del mundo señorita?- pregunto exaltado. Hasta el mismo quedo un poco confuso y se pregunto a si mismo: ¿que estas haciendo David?- Oh Dios mio.

La profesora sin embargo, lo vio tan seguro que le pregunta de nuevo:
- David, ¿de que lado del mundo quieres que te pregunte?
- Bueno - respondio bajito y seguro como a él le gustaba sentirse. - De donde usted quiera señorita- Respondio
La profesora se quedo un poco aturdida pues sabia cómo era David. Toda la clase esperaba la siguiente pregunta y la señorita volvio a preguntar tirando por lo facil:
- David ¿cuantos continentes tiene la tierra?
- Cinco señorita - respondio el pequeño - ¿de cual quiere que le hable?
David no se podia creer lo que estaba pasando y lo mejor era que se sentia seguro de la informacion que tenia en su cabeza. Lo que no sabia era como le había sido dada.

Sahim que lo seguía tranquilamente desde su cueva estaba feliz y sentia un gran sentimiento hacia el pequeño, algo que nunca le habia pasado. Ahora era él el extrañado pero de sí mismo. El mago nunca dejaba que los sentimientos nuevos quedaran sin respuesta por este motivo Sahim pregunto de nuevo a aquel que le permitió vivir eternamente.
-¿Que significa esta nueva sensación?
La respuesta no se hizo esperar
- Sahim ten cuidado, aunque no es malo, te estas volviendo mas humano y no es justo ni para ti ni para nosotros. Tienes que estar totalmente en medio del camino que se te fue trazado y que tú por tu propia voluntad elegiste


El mago penso que un aprendizaje a tiempo es una gran enseñanza a largo plazo. Recordó cuando le hicieron la propuesta de si queria vivir eternamente y el gran mago no se pudo negar a ese gran honor pues los benefactores de Sahim son los angeles destinados a buscar en la tierra a almas puras y el mago lo era y lo es.
David se fue para casa sin entender aun como y porqué le estaba pasando eso a él que siempre habia querido pasar tan inadvertido como el aire. Sabia que el siguiente dia toda la clase estaria pendiente de él y se sentia un tanto incomodo a la vez que se preguntaba: - ¿como puedo contestar algo que nunca estudié?- y se le viene a la mente "pero lo viste". Es cierto, lo ví. Oh Dios, ahora estoy hablando conmigo mismo - se decia el pequeño. Sahim lo vigilaba.


Al siguiente dia, David se levantó un poco preocupado. "Señor, señor ayudame porque no sé qué va a pasar en el dia de hoy". El pequeño sin saberlo pedía ayuda a Dios, cosa que deribaba en los angeles y por lo tanto tambien en Sahim el cual se dio por enterado y le albergó una gran felicidad.
David ya empieza a creer en  Dios y eso es algo muy positivo para alguien tan realista que solo creia en lo que veia.
Una vez en el colegio, se encuentra a todos sus compañeros de clase esperandolo. David temblaba y no sabia porqué, pues estaba tan seguro de que sabia todo lo que la profesora le preguntaba que no entendia ese tonto temblique. La profesora dice:
- Bueno, vamos a seguir por donde lo dejamos ayer.
David penso para sí mismo - Me toca, vamos alla.
La profesora le dice al pequeño:
- Ayer me dejaste encantada con tu explicación y me gustaria ver hasta donde puedes llegar con la geografia.
- Si señorita - afirmaba el niño
- David, me preguntaste de cual de los cinco continentes querias que hablasemos. Pues empecemos por el nuestro - comentaba la profesora
Sahim que lo estaba mirando, se sentia orgulloso de las explicaciones que David le estaba dando a toda la clase.
La cara de la profesora era para echarle una foto. David demostraba todo lo que explicaba.
Sahim se estaba preguntando que le podria enseñar al niño esa noche, pues segun iba evolucionando asi le podria ir mostrando. Le iba a enseñar lo que no se puede ni explicar.
Al mago se le presentaba una tarea muy primorosa y tenia que hacerlo con mucho cuidado pues la fantasia y la magia no es cosa sencilla de entender. No sabia como lo encajaria David.
Llegó la noche y mientras David dormía, entró de nuevo el mago.
 Sahim estaba en su cueva la cual nadie podia ver que, como todos ya sabeis, esta sobre el cielo y la tierra. Por lo tanto, tenia el favor de cielo y tierra y un poco mas allá. Aun no era el momento de hablar de ello. El mago sabia que tenia un gran privilegio, algo que agradecia y se lo recordaba a sí mismo todos los dias. Agredecer es una palabra mágica pues viene de agradecimiento y tiene tanto valor que en los cielos se usa mucho, pero de eso Sahim sabia mucho y poco a poco se lo hiria enseñando a David.
El mago se mete de nuevo en el sueño de su ya amigo David. En ese momento, el pequeño se vio volando y se dio cuenta que a su lado estaba Sahim. Se extraño mucho pero como pensaba que era un sueño, no le dio importancia. Sahim llevo a David al interior de la tierra y le dijo:
- Pequeño recuerda esto que te digo, lo que vas a ver ahora no debes contarlo, pues no lo podras demostrar.
Estas palabras se las grabo David en su mente
- Disfrutaras mucho, tu mira y yo te lo explicare- Le dijo el mago
A esto que David vio una ciudad muy bonita que le alegro el alma. Era la ciudad de los enanillos verdes.
-Es maravilloso -exclamó David, ¡Son perfectos!
- Como todo lo que hace Dios , David!  - le responde el Mago.
Entonces el pequeño pregunta:
-Saín , ¿qué trabajo hacen estos seres?.
En ese preciso instante se crea un lazo entre el niño y el mago.
-Estos enanillos verdes se encargan de quitar las piedras que obstruyen el fluir de los ríos subterráneos.
-¿ Y cómo pueden con esas piedras tan grande? -pregunta el niño.
- Con magía, pero con magia de luz - responde Sain.
-¿De luz?
- Sí David, la magía tiene luz y según para lo que se utilice tiene una luz diferente.
- Cuéntame, ¿Sain cuantos tipos de luz hay para hacer magia?
El mago no se podía creer la falta que David tenía de sentir el poder de la fantasía y Sain responde al pequeño:
-Pues hay muchos colores de luz
- ¡Pero cuéntame Sain cuéntame!!
David está muy ilusionado y sin darse cuenta ya siente la ilusión. El mago estaba feliz viendo la ilusión del pequeño, y Sain le explica a David.
-La luz de esos seres pequeñitos, y que no te confunda nunca la estatura de ningún ser, pues te equivocarias totalmente, no lo dudes.
Y esto se lo grabó David en su mente, pues si no lo hacía David podría tener problemas en su futuro.
-Está bien, ya me he enterado de tu advertencia, y ¡ ahora sigue con la magia !
La sonrisa invadió a Sain.
-Bien David, la luz de los enanillos como te iba diciendo es verde y esta luz significa "corazón y el color de la naturaleza", luego está el mágico color blanco, pues es por excelencia " la pureza y uno de los colores más poderosos". Después viene el azul,, que significa " cielo y mar"
Y se quedó Sain pensativo por un momento, y David le reclama de nuevo.


-Sain cuéntame cuéntame!!!
-¿Te gusta lo que te estoy enseñando?
- No sólo me gusta, sino que alucino.
-¡Bien peke, me alegra verte sonreir!!. El color amarillo significa el color del "sol", el color naranja, significa "infancia" es decir el color de los niños, el tuyo David.
-¿El mío?
-Sí, es un color tan vivo como son los niños.
-¿Hay más colores Sain?
-Muchos más y cada uno de ellos pertenece a la magia, pues estos colores son del cielo y de la tierra.


David, David, le despertaba su madre.
-Hijo, es la primera vez que tengo que llamarte para ir al cole.
-Perdona mamá, pero estaba soñando algo tan bonito y era tan real....
La mamá de David se sintió contenta pues por primera vez vio ilusión en los ojos de su pequeño.
-No hay nada que perdonar David, estas cosas pasan.
-Sí mama, pero a mi no.
Por un momento cambió la ilusión por la realidad y eso no le gustó.
Cuando David llega a clase y todos los alumnos de su clase querían ser amigos de él, éste los rechazó, pues no quería amigos por el interés.
Sain no dejaba de estar pendiente del pequeño ni un instante, y el mago también aprendió que muchas veces en la vida hay que ser realista. Entonces se dió cuenta que esa cualidad innata en David, no podía ser ignorada, pero sería bueno complementarla, pero mientras siga siendo niño, lo primero es la fantasía.


Ya en clase la profesora le vuelve a preguntar a David,
-Bien, mi inteligente niño, ¿de qué quieres hablar hoy?
-Veras ...... señorita......uuuhhhmmmm, ya lo expliqué todo ayer.
-Sí, pero yo te pregunto por hoy.
-Pues hoy señorita estoy cansado de lo que expliqué ayer.
-Vale David, le responde la profesora. Después de las vacaciones de verano seguiremos.
David suspiró, pues lo que sabía ahora era nuevo, y no lo podía contar pues no se podía demostrar. El pequeño sólo quería dormir y cada vez cenaba antes. Sus padres seguían preocupados, ahora sólo quería dormir.
Sain reía, aunque le daba pena esa preocupación de los padres de David.
Cuando el pequeño se duerme, Sain entra en su sueño y a David le encanta verlo a su lado.
- Hola Sain.!
-Hola peke!
- ¿ Qué me vas a enseñar hoy?, a mi me interesan los colores mágicos.
-Bien David, pues seguiremos con la magia. ¿ En qué color mágico nos quedamos David?pregunta el mago.
El niño responde pronto:
-En el naranja, el color de los niños.
-Bien peke!
El mago se alegra viendo la felicidad de David
- ¡ Habla habla Sain !
- Está bien empiezo. El color rojo significa el color de "la sangre y del fuego", muy mágico David, pues aquí empiezan los colores humanos y terrestres. Luego está el color violeta o lila, que significa "sentimiento y espíritu", algo esencial en los seres humanos. El color marrón, significa color de "la madre tierra" y te habla del dolor de nuestro planeta por culpa de algunos hombre malos.
A David, este último colo le intriga y le pregunta a Sain.
-¿ La tierra sufre?
-Pues claro, y mucho pequeño, por eso tiene el nombre de madre tierrra y como todas las madres, sufre cuando sus hijos no la cuidan.
David lo entiende enseguida, y lo sentía mucho, pues se acordaba de sus padres, siempre preocupados por él.
-Sain, y ahora donde vamos?
- Al país de las Hadas, le responde el mago.
-¡ Hadas! exclamó David.
- ¿Aún dudas? le pregunta el mago.
- No...no, le dice el pequeño.
Sin que David se diera cuenta, Sain lo llevó a un bonito bosque substerráneo, y David se quedó sin habla.
Su cara era pura ilusión, y por fin descubrió la fantasía. Saín sabía que estaba haciendo un buen trabajo y le dió gracias al cielo.
-Sain, ¿Sabes una cosa?
-Dime David
-Que te quiero mucho.
El mago no daba crédito, pero él sabía que ese pequeño era especial, de ahí sus sentimientos hacia David.
- Y yo te quiero a ti, -contestó Sain.
- ¡Sain Sain, cuéntame !
El mago empezó a explicarle el mundo de las hadas.
-Mira David, esa que está en el lago, es la más importante. La llaman el Hada Madre.
-¿Y por qué Sain?
-Pues las demás hadas le piden siempre consejos.
- ¡ Mira Sain, y su luz es blanca! dice el niño, muy poderosa y buena tiene que ser pues lleva la luz por excelencia.
-Bien David, le dice el mago. Comprendes a la perfección todas mis explicaciones, pero ya sabes que todo esto no debes contarlo porque nadie te creería.
- El niño contesta al mago en voz alta : - Ahora ya conozco la magia, la fantasia y la ilusión , ¿ y tú me dices que no lo cuente?
-Es por tu bien David.
-Pero Sain, tanta maravilla no puede ser escondida.
El mago responde apasiblemente:
-Pequeño , pero no lo podrás demostrar.
Y para sorpresa del mago, el pequeño responde:
-Sain cuando lo que se cuenta es verdad, no hay necesidad de demostrarlo.
Y hablando bajito sigue el pequeño:
-Sain, ¿ te has dado cuenta que cada hada tenía un color diferente?
-Sí, le contesta el mago. Y cómo y por qué de cada color ya te lo expliqué.
-Sí Sain, y no se  me olvidará jamás.
-Bueno David, ya te he enseñado todo lo que tú debes saber de la madre tierra. En cambio, aún no sabes nada del cierlo.
Al niño se le abren sus grandes ojos azules, y le pregunta al mago:
- ¿Sain del cielo?
-Sí peke, pero primero te enseñaré mi cueva.

El niño no se podía creer la palabra que Sain había pronunciado. "¿Cueva?"
-¿Ya tardamos Sain! -respondió ligero el pequeño.
En un pis pas, se encontraron en la cueva del mago. David se queda atónito. No imaginaba que la cueva del mago estuviese en el aire y el pequeño emocionado empieza a llorar.


Sain le pregunta:
- ¿ Te he ofendido en algo ?
-Tú jamas me ofenderías, lloro de amor Sain, el que tú me ofreces. Lloro por la magia, la que tú me has enseñado. Lloro por fantasía e ilusión.
El mago le responde:
-David, ahora estoy seguro que tu vida cambiará, pues la magia , ilusión y fantasía, nunca ya te faltará.
David deja de llorar y la alegría le invade de nuevo y pregunta:
- ¿ Sain, tú quién eres y por qué vives aquí ?
Sain le responde:
-Verás David, yo soy un mago al que en otros tiempos le otorgaron algo maravilloso, y que aún conservo.
David le interrumpe:
-Sain, lo que sea que te otorgaron, estoy seguro que te lo mereces, y por lo que veo eres muy importante y yo estoy orgulloso de tu amistad.
El mago contesta:
-Gracias pequeño, gracias.
y le vuelve a interrumpir David:
-Sain, acabas de hacer magia, pues la palabra Gracias viene de agradecimiento.
-Sí David, acabo de hacer magia. Ves como la magia es confundida con la realidad.
-Sigue contandome Sain por favor.
-Si no me interrumpes, te lo contaré mejor.
-Pequeño, yo vivo entre el cielo y la tierra.
David lo vuelve a interrumpir:
-Sain ¿Tú conoces a los Ángeles?
-Sí pequeño.
- ¿ Y qué hacen ?
- Peke, si me sigues preguntando no me entenderás bien.
-Vale vale, ya me cayo.
-Veras, yo sí conozco a los ángeles, pero sólo a los que pertenecen al cielo y tierra, y son tan hermosos e irradian tanta luz que es imposible mirar cuando están cerca.
- Y ¿ cómo se llaman Sain?
- Hay dos grupos que están cerca del hombre, los ángeles y los arcángeles, y por cierto nos tienen un amor incalculable.
- ¿ Y a mi también me quieren Sain?
- Pequeño, tú tienes tu propio ángel, desde el principio de tu vida, y se llama "Ángel de la Guarda"
-David y ya no se aceptan más preguntas, - le dice Sain. Pues eres un poco pequeño para este tema.
-Vale, le dice David. Pero me prometes que cuando sea mayor me contaras la historia de los ángeles y cosas del cielo.
- Te lo prometo David, palabra de mago.


David ya no se extrañaba de nada, pues lo que le faltaba ya estaba en él, y eso quiere decir que todo es posiblen  no todo es tan real y no todo es fantasía y no importa la edad que tengas, la fantasía y realidad muy bien se pueden complimentar.


                    
                                              FANTASIA.



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