eran rosas, ni blancas ni amarillas,
eran distintas,de esas que no se ven,que existe solo en la mente,de quien las quiere ver.
Las margaritas las rodeaban y,
los cascabeles que las guardaba,
sonaban cuando el viento,
se atrevía a rozarles.
Eran de un valor incalculable,
para Hadas y Gnomos,
déjame coger una!!
me miraron con asombro,
pues nunca se regaló una rosa,
ni a Hadas ni a Gnomos,
eran las rosas de un corazón roto,
esas que no se regalan,
porque sin su cascabel,
mueren las rosas de marfil.
FANTASIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si no te gusta lo que lees,,, estás en tu derecho a decirlo,
lo único que te pido,es respeto.
Gracias