El secreto lo tenía una llave plateada,
escondida entre las flores,que cuidaba siempre el Hada.
Ésta solía meditar entre las flores y la llave,
abriendo ésta caminos en el Alma del Hada,
llevándola por senderos llenos de Luz y paz,
donde paraba de vez en cuando,
para beber en esa fuente,de alabastro,
que siempre estaba en el camino.
Y, el Hada veía nuevos mundos,
casi imposibles de narrar,
porque quien la creería.
Cuando el Hada volvía abrir sus ojos,
escribía no lo que había visto,
si no aquello que sentía, mientras lo veía,
pues las imágenes solo unas pocas les quedaba,
pero las sensaciones,
en el corazón quedaban grabadas,
durante semanas, meses y años.
Nunca confundía ninguna de ellas,
porque al igual que los colores,
cada una era un sentir diferente,
el Hada sabía que eso ocurriría,
mas tarde que temprano,
pero lo que nunca supo,
es que vería tantas cosas buenas.
FANTASIA
Mi niña, cuantos relatos fantasticos me he perdido, pero poquito a poco ire poniendome al dia
ResponderEliminarEspero que estes bien
Un abrazo
UNa llave muy preciada, que abre un mundo a sentimientos,y hacia el alma.Un hermoso relato como siempre Fantasia
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