EL HADA, DE UNA HUMILDE CUENTA CUENTOS,,,

Antes de salir,siempre se miraba al espejo,

 pues le gustaba vestir con gracia y con salero.

Primero miraba si estaba bien peinada,
con sus peinecillos de vieja plata,
aguantando parte de ese cabello rubio,
y largo que a ella tanto le gustaba,
su vestido,siempre blanco,
con cinturón plateado sobre,
un solo lado
hacía resaltar sus encantos,

Sus zapatos hechos por la naturaleza,
era de un fino cristal,
de ese que da la Tierra,
para Hadas sin igual.

Si era bonita por fuera,
por dentro lo era más,
pues cuando aprobaba su exterior,
también debía mirar en ese espejo,
que se llamaba vida,su interior.

Su Alma debía estar limpia,
su corazón latía con Amor,
los defectos que suele traer un Alma,
no habían salido jamás,
de ese rincón escondido,
donde ella los guardó, 
porque como centinela en guardia así estaba su corazón.

Pues solo el Hada sabía,
que si salía arreglada como ella quería,
la vida le iría enseñando,
como seguir dominando,esos pequeños defectos,
que también suelen tener las Hadas.

Cuando el Hada por fin salia,
el Cielo daba un suspiro,
pues era un Hada muy querida,  
hija,de una humilde cuenta cuentos,
que se moría de orgullo,
cuando salía su Hada,
tan bien vestida,
por fuera como por dentro.


FANTASIA