H Y M,,,

Envuelveme en tu piel y permite que seamos uno.
Así empezaba una carta,
que el viento había echo suya,
hacia mas de cien años,
hasta que la dejó caer, en una humilde casa,
el sello que la carta llevaba, 
les era muy conocido,
era el emblema de la hacienda que cuidaban,
esa pareja de campesinos,
buenos como el pan y embriagadores como el vino,
pues solo contemplar, el Amor que se procesaban,
hacia nublar los sentidos.

Cuando fueron a entregar la carta,
al Gnomo para quien trabajaban,
éste quedó pálido,
pues según sus cuentas,
hacia mas de un siglo que en su casa,
no entraba el sello incrustado en esa carta.

Dejándose caer bajo la sombra de un viejo manzano,
con miedo y ternura la revisó de arriba abajo,
sin atreverse, a romper ese eslabón,
que cortó a su familia.

El Gnomo conocedor de un romance,
dentro de su estirpe,
sabía que esa carta, salida de no sabe donde,
le traería esa respuesta que separó a su familia,
decidido rompió un sello, que jamás pensó que rompería,
nervioso, empezó a deslizar sus dedos sobre las palabras,
mientras leía de reojo:
Envuelveme en tu piel y permite que seamos uno,
yo no puedo vivir sin ti,y tú sin mi no vives,
por eso te digo mi Hada,
que ese Gnomo que en camino viene,
es Amor puro y divino,
ese por el que se muere.

Un poco mas abajo,
dos manos unidas con un solo anillo,
ligando dos iniciales de diferentes mundos,H M,
cuando terminó de leer,el Gnomo cayó de rodillas,
era cierto!que dentro de su familia,
nació un gran Amor entre un Hada y un Mago,
rompiendo a dos estirpes y uniéndolas por un pequeño Gnomo.

Pero ni Hadas ni Magos aceptaron esa unión,
ni esa vida que entre los dos crearon,
viviendo por siempre solos,
pero igual de enamorados,
dejando que su Amor mas grande,
fuese adoptado!por una familia de campesinos
que para ellos, trabajaban,
que no le dieron caprichos pero si un Amor tan puro y divino,
que hacía que todo lo que ellos criaban,
saliese tan bueno como el pan y embriagador como el vino.

Pues su seña de identidad era ese Amor inmenso,que traspasaban de padres a hijos,
sin importar que uno fuese adoptado y el otro legítimo.

FANTASIA