Al Unicornio le encantaba ver como Clara y Zafiro se parecían tanto. Las dos tenían todos los dones para poder montar en el lomo de este hermoso caballo. A él por naturaleza sólo lo montaban mujeres, es noble, espiritual y puro; sus patas son de antílopes. Suelen vivir más de mil años, y la magia que poseen se encuentra en su cuerno en forma de espiral.
Pegaso seguía con su lucha. El Grifo era muy fuerte, medía más de tres metros.
Pegaso no se quedaba atrás, era un enorme ejemplar, pues pertenecía a la raza de los grandes Pegasos, cosa que el hombre jamás vió y tampoco se suele hablar de ellos pues son pocos los humanos que saben de su existencia.
Pegaso utilizaba su veloz vuelo para derrotar a su enemigo. Con esta estrategia el Grifo no podía seguirle. Podía huir si quería, pero su sentido de lealtad hacia su raza no se lo permitía y la gran y dura batalla tenía que seguir.
Clara igual que se sentía feliz, tenía también una gran preocupación por su querido amigo Pegaso. No era la primera vez que vivía una situación parecida. Ella sabía que el Gran Pegaso volvería al valle, pero nunca daba las cosas por hechas.
Después de varias horas, el Grifo se encuentra cansado, y en ese respiro Pegaso termina de una gran patada la lucha.
Cuando Clara vislumbra a Pegaso, ésta se dirige hacia él y con bodad le da la bienvenida. Los sentimientos son mutuos, y esta señora ríe, habla , juega, y a la misma vez se informa de todo lo que le cuentan.
Su obligación era saber todo lo que en ese sin igual paraje pasaba, pues Clara esa señora tan respetada era la que juzgaba todo lo que en ese valle pasaba, de ahí que se pactara en tiempos atrás, 500 años de edad, pues mucho tenía que del valle aprender y mucho tiempo tenía que emplear para escuchar los problemas de todos los seres que dentro de esas prominentes e invisibles montañas se encontraban.
Del valle del olvido habla este relato. Arqueólogos y ciéntificos muchos años llevan buscándolos y todavía no se han dado cuenta que delante de sus ojos tienen la puerta.
Y no se pueden ni imaginar lo que ese valle encierra pues Fantasía sólo ha relatado un 1% de los seres que allí se encuentran. No se puede contar más.
Cuando esa señora llamada Clara lo permita, Fantasía seguirá.
Si los lectores le quereis poner algo de fantasía a este relato, Muchas Gracias, pues sólo me estarán nombrando.
FANTASIA
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