Y después de toda una vida de convivencia, el Gnomo de éste cuento suplicaba así a una esposa que no daba crédito a un Amor que habiendo sido su vida entera se quedaba a medio camino entre ella y los celos.
Celos de unas letras o quizás,
de ese algo que sin existir,existía dentro de su cabeza,la cual,
no dejó paso al corazón porque de hacerlo jamás habría sentido que estaba en peligro ese Amor,
al que decía amar mas que a su propia vida.
Pero como el Amor no se deja intimidar por contratiempos,
decidió hacer una colada y dejar de nuevo bien limpio el corazón de un Hada,que sabía que errar era de humanos y perdonar,también.
Así que el perdón ocupó su lugar,
y el Gnomo, accedió de nuevo a un corazón que al día de hoy,
le sigue amando a rabiar.
teresa
