CADA 30 DÍAS...

En un jardín privado,
donde solo entraba, una hada,
había una puerta del tiempo,
escondida tras las campanitas,
de un arbusto inmenso.

La hada, de vez en cuando,
hacía un viaje,
para hablar con una joven, 
de naturaleza noble,
a ella, le confiaba, las cosas,
que veía en sus viajes,
después de hacer su trabajo,
a su mágico, jardín, volvía,
pues había cumplido,
el cometido, que hacía, cada 30 días.

La joven, era escritora,
y plasmaba en sus libros,
las cosas que le contaba,
la hada, de la puerta del tiempo,
sus libros eran para niños,
niños de otros tiempos,
pues serían los únicos,
que entenderían,los mensajes, 
escondidos en sus libros.

FANTASIA